Presentación “Orchestra Accademia di Belle Arti”

Se había preocupado desde temprano, sabía perfectamente como ir y adonde llegar. Lo había planeado la noche anterior, como nunca él se dedico para hacer algo bien. El llegar puntual era algo que se le dificultaba siempre había sido de esos que llegan con elegantes retrasos de horas a cualquier cita pero esta vez hacia el intento para llegar puntualmente, no por quedar bien o por cumplir. Lo intentaba por ella, para poder corresponder como correspondía a esa invitación. La linda Liebe había sido considerada con él en varias ocasiones y eso le agradaba. La tranquila personalidad de la chica era de esas escasas, en especial aquí, en Italia. No podía responderle de manera grosera o irrespetuosa, se sentía incapaz incluso de mirarla como lo hacía con el resto de las chicas a las que veía.

Se miro en varias ocasiones al espejo, para asegurarse de estar bien. Miro el reloj una vez mas y salió corriendo del lugar, tomo un taxi y fue en rumbo a la academia, al otro lado de la ciudad, tardaría un tanto pero llegaría a la hora e incluso antes.

Pero, tan propio de él, a medio camino había recordado al tipo de lugar al que iba se miro las ropas y suspiro con pesadez, que idiota. Termino devolviéndose a casa, las ropas extravagantes que llevaba no le permitirían el paso a la elegante presentación. Se cambio tan rápido como pudo por un traje formal, negro con detalles rojizos. En distintos momentos había tenido que darle un uso, reuniones especiales ya sean de negocio u otro motivo. Lo formal no iba con él pero era necesario en esta ocasión. Tomo su cabello con un listón negro en una cola para que no se viera mal junto al traje, dejo su flequillo ordenado a un lado de su cara, Con eso debía bastar.

Salió mucho más rápido, ahora si iba tarde, no llegaría al comienzo de la función. Una lástima, no quería perderse nada de la interpretación de la chica de cabellos rosas. Pero la distancia y este retraso ya lo habían arruinado.

Antes de ir y ya sabiendo lo tarde que iba, paso por una florería. No quería llegar con las manos vacías. Compro un ramo de rosas del color de cabello de la chica, adornado con grandes listones. Nuevamente tomo un taxi y se alejo de su hogar.

Al llegar, entro con prisa pero sin bullicio. Se sentó a la mitad del lugar y miro con ansias el escenario. La música resonaba en todas partes, abrazándole con sus notas. Oh, como le gustaba sentirse rodeado de esa manera por música tan hermosa. Tan tranquila y diferente a él. No podría compararse con ese tipo de artistas, tan elegantes y refinados. Tan dados a lo que hacen, que envidia le hacían sentir.

Bellísima, es la mejor palabra para describirla. Se veía realmente hermosa en aquel escenario, con aquella interpretación; tan concentrada en lo que hacía e interpretaba. Cualquiera en la audiencia podría enamorarse instantáneamente de la joven. Se puso de pie, junto con el resto del público, y aplaudió fervientemente, No había escuchado melodía tan maravillosa. Ella había encantado aun más al de cabellos rubios.