Biondini Caffetteria~

por **Messi Ashtray** Dom Jun 12, 2011 4:18 am

Oh~ Lo de Italia, debe quedar en Italia, después de todo, no hay nada mejor que lo original.

Solo podríamos describirlo con una palabra, Splendido.

Cuando hablamos de algún lugar que identifique al verdadero italiano, estamos entrando en la cafetería perfecta para eso. La decoración, los pasteles y diferentes platos ofrecidos para el deleite de la clientela no tienen comparación.

De vista privilegiada y decoración exacta. Resalta todo lo bello de Italia con cuadros ubicados estratégicamente. Cortinaje y otros varios en perfecto estado haciendo juego el uno con el otro. Podemos ver estatuillas que nos recuerdan la sangre romana que corre por nuestras venas, ese ser guerrero y ambicioso que nos volvió reyes de Europa, hasta la caída. Y aun así, aquí nos encontramos, aun en la cima culinaria y artística. Por eso mismo, en este lugar se privilegia al buen italiano. Por ser solo nuestro.

Nuestro deber es ayudar a nuestros clientes a satisfacer sus necesidades en un 100% Que queden satisfecho con nuestros servicios y que vuelvan cada vez que quieran, después de todo seguiremos solo para velar por sus deseos.

Biondini, siempre fue un hombre regido por las tradiciones. Apegado a su cultura y a lo suyo. Decidido a tener más que el resto abrió la cafetería, con la idea de ser mucho más que cualquiera en todo Venecia, pero por alguna razón había dos estorbando a poco de cumplir su meta.

Crio a sus hijos bajo parámetros fijados por el mismo, desde pequeños les enseño del negocio esperando encontrar al heredero perfecto; mientras tanto, el hacia crecer mas y mas su negocio. El secreto estaba en la atención. Si no se atiende correctamente se pierde el toque de la verdadera Italia.

Una de las Trattoria más conocidas envió una invitación. Neutral, en eso ansiaba convertirse, después de todo las riñas por clientes se volvían algo frecuente entre estos tres decididos empresarios. Asistió, por educación más que cualquier otra cosa y salió entre gritos e insultos. Británico sin paladar para la comida, alemán arrogante y odioso. Esos eran la competencia. Y el joven dueño de la trattoria los había convencido. Tenía un lugar al cual asistir al sentirse estresado pero por desgracia se encontraría más de una vez con esos extranjeros. No podía mentir, la sencilla comida de ese lugar lo había capturado más que cualquier propuesta de paz y compañerismo, esas cosas solo son patraña.

En la actualidad, se siente cansado como para seguir con esos trotes de antes; por eso ha decidido dejar a sus dos hijos a cargo. Los evaluara en todo aspecto y solo el más apto se quedara con la cafetería, esa es su única y más valiosa herencia, por eso debe buscar al hijo indicado.

En cuanto a esos chicos, pues no podemos decir que se llevan bien pero tampoco se odian. Sus ideas contrarias alteran el lugar pero vuelven mucho más interesante el funcionamiento. Seguramente una visita será mucho más amena de los que se imagina.